¿Cómo se hará para pasar energía a un bebé o a un niño de las edades englobadas en esta etapa?

Ante todo, el adulto que va a dar el masaje energético al bebé o al niño tiene que estar muy armónico consigo mismo, pues de otro modo desequilibraría al niño o al bebé que son tan sensibles.

En primer lugar, el adulto se visualizará él entero en sus tres cuerpos de color lila, para de este modo hacer una transmutación. Esta visualización se realiza en tres pasos, tal como está dibujado en el próximo gráfico. Empieza por visualizar su cuerpo interno como una pirámide de color lila en el plexo solar con los ojos cerrados. En el segundo paso visualiza todo su cuerpo físico con los ojos abiertos, íntegramente de color lila de la cabeza a los pies. Y en el tercer paso focaliza un doble energético ante sí igual al de su cuerpo, formado únicamente por energía, todo de color lila también de la cabeza a los pies. Una vez haya completado estos pasos puede pasar a trabajar energéticamente al bebé de la siguiente forma:

Visualizará al bebé de color azul (sanación) de cuerpo entero y después le pasará energía de color blanco, ya que al niño debe trabajársele con la energía más pura ya que él es puro, y se le focalizará dicha energía en su tercer ojo (que se encuentra situado en la frente, un poco más arriba de entre las dos cejas). Dicho pase es para armonizar al bebé o niño en su medio actual.

Recordad que NUNCA toquéis al bebé para pasarle energía, ya que eso es contraproducente pues si le tocáis le pasáis al corpóreo y el bebé es aún energía en transformación y, por lo tanto, se tienen que trabajar sólo los cuerpos energéticos.

La frecuencia recomendada es de una vez a la semana durante no más de tres minutos de trabajo directo con el bebé.

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